Como creyentes en la fe de Jesucristo, el hijo del carpintero, las religiosas y religiosos católicos que somos no podemos sino estar preocupados por la situación que pasan, desde hace más de nueve meses, miles de familias de trabajadores electricistas que reclaman legítimamente la restitución de su fuente de trabajo.
Nos felicitamos por el paso dado por el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, por encargo del presidente Felipe Calderón, con miras a distender la actual situación.
Les pedimos mantenerse firmes en el camino emprendido, que de distensión se pase a solución justa para los miles de trabajadores y trabajadoras que han perdido su empleo, recontratando a los trabajadores que lo demandan, comenzando por los no liquidados; aplicando con sensibilidad la figura legal de patrón sustituto para que cese un conflicto que sólo requiere voluntad política, ya que como dice Proverbios 3, 27-28: No te niegues a hacer el bien a quien es debido, cuando tuvieres poder para hacerlo. No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, mañana te daré
.
Queremos recordarles muy vivamente, como lo señaló el Concilio Vaticano II: El trabajo es un derecho fundamental y un bien para el hombre
. Postura enfatizada por el papa Juan Pablo II, para quien una sociedad donde el derecho al trabajo sea anulado o sistemáticamente negado, y donde las medidas de política económica no permitan a los trabajadores alcanzar niveles satisfactorios de ocupación, no puede conseguir su legitimación ética ni la justa paz social
.
Hoy más que nunca, la ciudad de México necesita de la experiencia y conocimientos de los trabajadores del SME para mantenerla iluminada y con servicio eléctrico.
Oramos para que no falte el discernimiento y la luz necesaria para una solución pacífica y pronta que reconcilie los corazones, en una hora aciaga de nuestra patria.
Fuente la Jornada, Correo Ilustrado.
Silvia Conde, por la Junta Directiva CIRM (Conferencia de Superiores y Superioras Mayores de Religiosos de México)
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