Soy de una familia, trabajadora y digna:
Por: Cecilia Pérez
Su hermano aun continua en huelga de hambre, en esta “La isla” del zócalo capitalino.
Me da mucha tristeza todo lo que sucede, cada día que lo veo noto como el ayuno prolongado (ya más de 30 días) va mermando su cuerpo, las ojeras más pronunciadas, la ropa holgada, volteo a mí alrededor y veo la misma escena, barbas crecidas, bajo peso; y me pongo a pensar ¿hasta cuándo? Cuando se dignaran a vernos, la gente que pasa afuera voltea, ve pero no observa. Sin embargo opinan (como lo hacen los noticieros) sin observar, sin preguntar, nos dicen que es un engaño, nos dicen que es una farsa; pero todos los días que llego a verlo, a verlos, me pregunto: como puede ser un farsa tener 10, 13, 15 , 20 kilos menos, ¿como puede ser una farsa el cansancio ya hasta de hablar?, ¿cómo es posible que tanta gente sea indiferente ante dolor y la injusticia?, ¿Cómo es posible que alguien le dé gusto la tragedia del otro? Y cuando estoy apunto del desánimo volteo a verlo nuevamente, y veo la sonrisa de él, la lucha constante, la convicción. Voy más afuera y también observo el ánimo de mis compañeras (Norma, Eli, José, Mary, Adriana, Bere, Lupita, a mi madre, Elba, Conny) que no decae, ni la convicción y me dan fuerzas de seguir, de gritar, de salir y decirles lo que pasa.
Hoy me encuentro en lucha, en resistencia, por un trabajo digno, por mi hermano en huelga de hambre, por mi madre y mi padre que también luchan por su hijo, por su trabajo, por cada uno de las (os) compañeras (os). Hoy les digo que aunque hay veces que el desánimo invade, siempre hay algo que nos levanta y es la razón, es el luchar por un país mejor, por el trabajo que les arrebataron, por cada una de las mujeres y hombres valientes; Y les digo que no están solos que tenemos familia en resistencia, luchando día a día con ustedes.
Porque soy una mujer digna y luchadora, porque no puedo quedarme sin hacer nada frente a tanta injusticia y cerrazón, porque eso me enseñaron y me enseñan mis padres, porque ese ejemplo me dio y me da mi hermano, porque vengo de una familia honrada, trabajadora, digna y luchadora.
Porque te quiero hermano, porque me enorgulleces; aquí seguimos siempre juntos, siempre luchando que la victoria está cerca.
SOLIDARIDAD
Por: Norma
Su esposo vivió 31 días en el campamento en Huelga de Hambre, el día 28 de mayo de 2010, por problemas de salud abandono la huelga, mas su lucha sigue hasta llegar a la Victoria.
Ahora que vivo esta mala e injusta experiencia, veo con tristeza la insensibilidad de la gente cuando da su opinión con falta de conocimiento acerca de un problema que nos atañe a todos los mexicanos, invito a hacer una reflexión a todo aquel que le interese y tenga una conciencia social y valores universales, a que se informen. Nosotros luchamos por algo que es nuestro derecho y se nos robó, que es el trabajo, no pretendemos que estén de acuerdo con lo que pensamos, pero sí pedimos respeto, cuando se ataca sin sustento que refuerce su dicho.
Es fácil criticar pero ya se preguntaron ¿con qué valor moral se habla de algo que no se conoce?. Generalizar en la conducta de las personas nos hace dudar de nosotros mismos, sentimos que podemos ser presa de lo mismo que criticamos, no se cree que existan personas diferentes que defienden lo que piensan, que son trabajadores honestos con sus defectos como todos, pero esto no justifica la injusticia de la cual fueron víctimas. Que tan deshumanizados estamos que no duele el dolor ajeno y no advertimos que alguien sea capaz de ser congruente de su hablar a su hacer, perdemos de vista al que verdaderamente es el enemigo y decimos optar por el conformismo. Pregunto ahora, ¿en dónde queda la calidad humana y la caridad cristiana?. Pedimos el valor de la solidaridad que espero muchas lo conozcan, el pueblo hundido en la miseria y el desempleo, todos sumergidos en la cultura del individualismo, mientras “Tú estés bien” NADA IMPORTA. Hoy ratifico que cada quien tiene lo que se merece en la vida, y cuando se quiere luchar y no se da por vencido, la recompensa es muy grande, ver un país más justo para todos. Tal vez no se comprenda, porque no les ha tocado estar de este lado de la lucha y que tal vez para ustedes es más cómodo seguir del otro lado, porque esto no implica un esfuerzo, responsabilidad, ni perder su zona de confort. El valor de la solidaridad se da sin condición al familiar o al que no lo es, cuando no se le da al de tu sangre, que se espera del que no lo es. Pero si les digo nosotros nunca vamos a estar de acuerdo cuando a alguien se le atropellen sus derechos, porque somos gente de bien, personas con conciencia, sensibilidad, valores y convicción de tener una vida mejor. Que nos acordemos cuando queramos celebrar y gritemos ¡VIVA MÈXICO! Aún, este exista y no seamos cómplices de algo, que ninguno merece.